La llamada Guerra de Cuba que tuvo lugar a mediados/finales del siglo XIX, dio origen a las Habaneras, cánticos que se hicieron populares en las tabernas, donde se mostraba la añoranza, amor/desamor...
El meu Avi es una de las habaneras catalanas más conocidas y sirve de llamémoslo "excusa" para iniciar esta obra inspirada tanto por la melodía en sí, como por los parajes de la costa catalana.

El millor barco de guerra de la flota d´ultramar
Bernat ve cómo sus podres se embarcan hacia Cuba, buscando prosperirad y se queda al cargo de su abuela.
Ella le cuenta que hay un sitio en el cap de Creus en el que podría convertirse en un pájaro y volar con sus progenitores. Bernat crece con la idea de llegar allí y acompañado de su perro Lack, va en busca del lugar.
Un día de lluvia se cobija en una cabaña y conoce a Gala; ambos tienen algo que buscar y muchos miedos.

Vàren morir a coberta, vàren morir a peu de canó

¿Qué podemos decir de Belén Ortega que no se haya dicho ya?.
Granadina con fuerte influencia manga (culpa de Rouroni Kenshin) que se estrenó en serio con la obra Himawari editada por Glénat/EDT y que acaba de reeditar Planeta.
Tras su debaneo con el manga, un artbook publicado por Ominiky y la obra que nos ocupa, Pájaro Indiano, su estilo ha hecho que sucumbieran a sus encantos gráficos los entendidos de la BD. Tras el cómic sobre el piloto Marc Márquez: La historia de un sueño y coger el testigo de Josep Homs en Millenium, la granadina afila lápices para seguir dejándonos boquiabiertos y merece especial mención su portada alternativa de La Espada Del Inmortal, aprobada por Japón y con la colaboración del autor Hiroaki Samura.
Sus lápices son espectaculares, con un estilo realista muy marcado y ha ganado en movilidad y secuencias. Me gustaría destacar que en este tomo, ha experimentado con el color y las texturas, cosa que se agradece, sin embargo, tal vez para crear la atmósfera de aquellos años, se me ha antojado un poco opaco y ha conseguido entristecerme (espero que fuera esa la intención).
Las referencias usadas, son fácilmente identificables, tal como ella expone en las páginas finales, donde no faltan fotos de la época ni los personajes en los que se ha inspirado.

Quan el català sortia a la mar, els nois de Calella feien un cremat

Tomando como base la famosa habanera, este cómic no va de tristezas, va de sueños. Concretamente de perseguir y alcanzar sueños.
A través del cuento que le explica su abuela, le da algo a lo que aferrarse ya que ella no vivirá mucho tiempo; fueron tiempos de incertidumbre y queda plasmado a la perfección las influencias de los dimes y diretes que podían hundir la reputación de cualquiera sin ninguna prueba fehaciente (como ocurre con el personaje de Gala, donde el pueblo da por buena la versión popular...) y donde se juzga a diestro y siniestro (como hoy en día, vamos).
En los agradecimientos, Belén habla de Eli Basanta y Lelia Álvarez, que la ayudaron con el color. Sé que quizás me repito, pero es una gama muy oscura, unos colores poco nítidos que eso sí, recrean una tristeza a lo largo de toda la historia y dejan de percibirse como un personaje más.
A medida que la historia avanza y vamos viendo como Bernat dibuja pájaros de toda índole y sus descripciones de sus cualidades, nos vamos adentrando en la mente del protagonista hasta el punto de entender que quiera ser un pájaro y que Gala se plantee serlo también.
Admirar el arte de Belén siempre es un placer y una lección y si la historia es intimista y tan cercana, placer doble... Por cierto, esos tiempos no parecen hoy tan lejanos, ¿verdad?

Ficha Técnica:

Nombre Original: Pájaro Indiano

Autor: Belén Ortega

Género: Aventuras

Año de publicación:2015

Editorial: Norma