Hay mucho silencio en mi mazmorra esta tarde, interrumpido sĆ³lo por algĆŗn crujido ocasional de papel, o el chorrito del samovar cuando nos servimos otra taza de tĆ©. ZombiD, el tiĆ­to Creepy y yo, hemos hecho "tarde de lectura", asĆ­ que cada cual tiene la nariz metida en un libro. TiĆ­to Creepy lee los cuentos de Edgar Alan Poe, D La novia en el ataud, y yo Iznogud ve las estrellas. En una de estas que mi tĆ­o se levanta a ponerse otro tĆ© y unos dĆ”tiles, se nos queda mirando. 

    —Tal para cual. - dice, reprobatorio - Si basura el uno, basura la otra. - Ante nuestra mirada de indignaciĆ³n, continua - ¡Con la de libros magnĆ­ficos que hay para leer, con la de autores edificantes y de calidad que tenemos en la biblioteca, y miraos! Uno leyendo novelas baratas de a tanto el kilo, y la otra leyendo cĆ³mics de un humor que ya no era ni recurrente, era pelmazo. 

     —Mira quiĆ©n hablĆ³ - contesta mi novio - ¡TĆŗ te has leĆ­do los cuentos de Poe lo menos cien veces!

     —SĆ­, mucho decir de los autores, pero no te veo que le eches mano a Clive Barker, para ti no hay autores desde los cincuenta para acĆ”. 

     —La calidad puede ser disfrutada en la misma medida una y otra vez -se defiende el tiĆ­to - Esos autores nuevos son buenos, pero no pueden competir con los clĆ”sicos que aportaron carĆ”cter al gĆ©nero. ¿Me quieres decir quĆ© puede aportarte a ti leer historietas de un personaje que siempre pierde? ¡Desde que comienza, ya sabes que va a fracasar!

     —Es cierto, pero no sĆ© CƓMO va a fracasar. - El tĆ­o suspira y se va con aire de "os dejo por imposibles". Es posible que el cĆ³mic sea un gĆ©nero menor, que Iznogud sea un personaje al estilo del Coyote, pero precisamente por eso, atrayente. Su forma de perder, es lo que le hace Ćŗnico. Y de perdedores precisamente vamos a hablar. Hoy, en Cine freak salvaje: Guest house Paradiso.


      Si uno quisiera definir el humor, podrĆ­a verse en un aprieto, porque decir algo como "lo que causa risa", no servirĆ­a para describirlo de forma eficaz, dado que cada uno tiene su particular humor y lo que a alguien le hace reĆ­r a carcajadas, otro no le ve ninguna gracia. Para mĆ­, el humor es coger una situaciĆ³n normal, y quitarle la lĆ³gica. Cuanta mĆ”s lĆ³gica quitemos, mayor serĆ” el humor. AsĆ­, la lĆ³gica nos dice que los golpes duelen muchĆ­simo, que si uno conduce dormido lo mĆ”s fĆ”cil es que se estrelle, y que si a alguien le encerramos en un horno encendido, es muy probable que ese alguien, no lo cuente... pero si quitamos la lĆ³gica de todas esas situaciones, si hacemos que los golpes duelan sĆ³lo un momento, que alguien que conduce dormido se salve milagrosamente de cualquier percance y que la persona salga del horno sĆ³lo con la piel roja y el pelo quemado (que le volverĆ” a aparecer bien en la siguiente secuencia), entonces nos encontramos con la comicidad. Y con un tipo de humor llamado "humor fĆ­sico", tambiĆ©n llamado "humor de porrazos". 


     En la historia que nos ocupa, Richie Twat (se pronuncia "Thwat". Porque "twat" significa "coƱ...", bueno, es una palabra malsonante, digamos) y Eddie Hitler (sĆ­.) regentan un pequeƱo y coqueto hotelito de vacaciones en un emplazamiento privilegiado, junto a un acantilado de la costa inglesa. Por la carretera que lleva al hotel pasan pocos coches, sobre todo pasan camiones procedentes de la central nuclear que hay al lado, de modo que el aire lleva el olor a sal y a residuos tĆ³xicos. De hecho, es el hotel mĆ”s barato y horrendo de toda Gran BretaƱa, apto solo para rodar cine de terror, o, como es el particular, una comedia de trazo tan grueso como hilarante. 


     Mientras Richie ocupa el puesto de gerente y director del hotel, Eddie es el botones, camarero, y ayudante de todo, y ninguno de los dos ya no es que estĆ©n capacitados para desempeƱar su puesto, sino que no parece que acaben de tener claro el significado de la palabra "trabajo". AsĆ­, Richie no disimula su escasĆ­sima paciencia con todo el mundo, su desprecio generalizado hacia todo y todos, y su desesperaciĆ³n sexual, y Eddie tampoco oculta su desmedido gusto por las bebidas espirituosas. Ante la imposibilidad de conseguir que las cosas funcionen como deben y ante cualquier intercambio de pareceres, Richie y Eddie se enzarzarĆ”n en continuas peleas fĆ­sicas en las que no dudarĆ”n en atizarse mutuamente con cualquier cosa que encuentren a su alrededor, ya sea golpeando la cabeza del uno con la puerta del frigorĆ­fico, o retorciĆ©ndole al otro con una tenaza los testĆ­culos. Antes me quedo corta que exagero. 


   No era ni remotamente la primera vez que Rik Mayall y Ade Edmonson trabajaban juntos. HabĆ­an empezado a hacerlo en el aƱo 1976, en la comedia 20th Century Coyote, donde se conocieron y se establecieron como pareja artĆ­stica, creando los personajes de Rich y Eddie, vagamente inspirados en ellos mismos. MĆ”s tarde, trabajaron en la emblemĆ”tica serie Los jĆ³venes, y despuĆ©s en "Filthy, Rich and Catflap", "The Dangerous Brothers" y a principios de los noventa en "Bottom", serie que llegĆ³ a EspaƱa con el tĆ­tulo La pareja basura, emitida en parte por Canal Plus y en su totalidad por la televisiĆ³n catalana. En la citada serie, los personajes de Richie y Eddie quedaron construĆ­dos tal como los conocemos hoy, como dos mĆ­seros solitarios comodones y cuya amistad en realidad es muy cuestionable, pero aĆŗn asĆ­ duradera. A travĆ©s de las desventuras que vivĆ­an en los episodios, podĆ­amos verles fracasar y perder una y otra vez en sus intentos por conseguir dinero, amistad, amor (o simplemente sexo, tampoco hay que ponerse exquisitos), pero siempre de forma salvajemente cĆ³mica. 


      En sus personajes, Richie y Eddie hicieron tres temporadas de La pareja basura (hoy se pueden conseguir en dvd), donde los protagonistas acabaron casi siempre apalizados y hasta muertos en varias ocasiones al grito de "oh, shit!", pero su Ć©xito fue tan grande que propiciĆ³ cinco especiales en teatro a lo largo de los aƱos. Como actores de la vieja escuela y verdaderos cĆ³micos, no vacilaban en improvisar y romper la cuarta pared con una facilidad e hilaridad pasmosas, demostrando al pĆŗblico no sĆ³lo la extraordinaria pareja cĆ³mica que formaban y lo bien que se compenetraban, sino tambiĆ©n la calidad de su talento. Las cinco obras teatrales estĆ”n disponibles en Youtube subtituladas al castellano, pero aquĆ­ os dejo un momento (desgraciadamente sin subtitular) de la primera de ellas, sĆ³lo para que veais a Eddie diciendo "chĆŗpate esa, Alan Rickman" cuando le aplauden tras decir una de sus frases-estrella; "fango en Ć©ste oĆ­do, fango en Ć©ste otro, ¿no anhelas un cambio?":





     Gracias al Ć©xito obtenido, tambiĆ©n pasaron a la gran pantalla en la cinta que nos ocupa que, todo hay que decirlo, no obtuvo el Ć©xito deseado y no llegĆ³ a ser estrenada en EspaƱa, si bien hoy dĆ­a, gracias a la magia de las compras por internet, podemos conseguirla en vo con subtĆ­tulos en inglĆ©s sin ningĆŗn esfuerzo (aparte del monetario, claro estĆ”). Richie y Eddie decidieron quedarse en los escenarios, demostrando que eran animales de tablas, improvisaciĆ³n y pĆŗblico; de hecho, todas sus series se habĆ­an rodado con pĆŗblico en directo, las risas no eran enlatadas. 


   Guest house Paradiso u Hotel ParaĆ­so es una cinta de humor salvaje y gamberro, donde los porrazos, enredos y las bromas picantes componen la comicidad, y el guiĆ³n, aunque sĆ³lido, es el justo para hilar los gags y estĆ” al servicio de estos por completo. Es una cinta fĆ”cil en su contenido, pero difĆ­cil en su forma porque debe verse forzosamente con subtĆ­tulos ingleses (a no ser que logrĆ©is encontrarla por ahĆ­ traducida), no es tolerada para niƱos, es poco probable que le guste a la abuelita, y a no ser que te llames ZombiD, tampoco creo que le guste a tu novia. Pero es una rareza de una grandĆ­sima pareja cĆ³mica que se vio disuelta a la fuerza en el aƱo 2014 por la muerte de Rik Mayall; una cinta que merece la pena ver para descubrir a dos cĆ³micos que llevaron el humor fĆ­sico a su mĆ”s violenta (y nunca mejor dicho) manifestaciĆ³n, y una de las pocas, poquĆ­simas veces, que una aventura de Richie y Eddie, acabĆ³ bien. Bien para ellos, claro, nadie dice nada del resto de la humanidad...Cinefiliabilidad 6, lo que significa que es fĆ”cil de ver si sabes leer en inglĆ©s y si eres consciente de que vas a ver una burrada tras otra. 



Koukyou Zen no se hace responsable de posibles desprendimientos de retina. O enamoramientos a primera vista.


"No exactamente mi tempo" Si no coges Ʃsta frase, tienes que ver mƔs cine.